Translate

viernes, 15 de julio de 2016

La ruta del Rey Favila y el oso

Aquí vivió el primer oso que pasó a la historia de Asturias y de España, el que mató al Rey Favila, el hijo de Don Pelayo, en el año 739. Hito histórico que dio origen al dicho: “Espabila Favila, que viene el oso”. 

 Seguiremos las huellas de Favila y del oso regicida visitando algunos monumentos de aquella Corte primitiva, el lugar del magnicidio, el sepulcro de Favila, el de su esposa Froiliuba, y el de sus padres (Don Pelayo y Doña Gaudiosa);  veremos esculpida en piedra la escena del mortal abrazo entre Favila y el oso, veremos también un oso tallado en madera a tamaño natural y, por último, auténticos osos vivos descendientes del oso de Favila.




Así es un oso

Aquí, en Asturias ya había osos hace 200 siglos y esos osos eran genéticamente iguales a los que hoy sobreviven en unas zonas muy concretas de la Cordillera Cantábrica. En cambio, en otras partes de Europa los osos paleolíticos sí evolucionaron, convirtiéndose en los que hoy día pueden verse en Italia o en los Balcanes. Como lo demuestran los  fósiles de osos de toda Europa  entre ellos los de cuatro ejemplares que aparecieron en la cueva de La Paloma (Las Regueras - Asturias).

 Un oso macho adulto puede llegar a pesar más de 200 kilos y medir hasta 2 metros contando desde el hocico hasta la raíz de su corta cola. Llegan a vivir hasta 30 años. Tienen una apariencia compacta y torpe pero son muy ágiles y rápidos. El oso es un noctámbulo empedernido.

En Asturias el oso era considerado una alimaña y como tal se cazaba. En 1952 se prohibió su caza por un periodo de 5 años; después se autorizaron cacerías controladas hasta que se volvió a prohibir definitivamente en 1966.  

Hubo famosos y legendarios cazadores de osos en Asturias algunos de los cuales siguieron la misma suerte de Favila, fueron muertos por un oso: como Manuel Alvarez, de Urrutia, o José Díaz “el Valiente”…pero el mas famoso cazador fue sin duda Juan Díaz Faes, “Xuanón de Cabañaquinta” (1821 -1894), un gigante que mató 92 osos, algunos de ellos a cuchillo.

 “El Camín de Pelayo”

En Las Rozas, pueblo con hermosos hórreos, tomamos el “Camín de Pelayo”  (senda peatonal que llega hasta Covadonga) y vamos por la margen derecha del río Sella hasta el Monasterio de San Pedro de Villanueva (2 km).

El recorrido comienza al lado de la antiquísima Capilla de San Bartolomé (siglo XII), románica, que fue una antigua malatería o leprosería vinculada al Hospital de Peregrinos de Cangas de Onís.

Puede hacerse caminando o en bici de montaña y transcurre entre la vegetación de ribera pasando por algunos de los mejores pozo

Monasterio de San Pedro de Villanueva


Se edificó en el lugar donde estaba el palacio del rey Fruela y en la iglesia de tres naves estuvieron enterrados con sus esposas los reyes Fruela y Alfonso I. Este monasterio perteneció desde su fundación a la orden benedictina que lo dejó cuando fue clausurado en 1835, en la Desamortización de Mendizábal.

El monasterio, de estilo románico, fue declarado Monumento Nacional en 1907 y actualmente ha sido convertido en Parador Nacional.

Aquí contemplaremos el primer oso: un oso esculpido en piedra en los capiteles de la puerta sur de la Iglesia;  la escena reproduce lo que se interpreta como la despedida del rey Favila de su esposa Froiliuba, cuando sale de cacería en la que resultó muerto por el oso.

Sumamente curiosos son los canecillos eróticos bajo el alero, fiel exponente del llamado románico erótico (siglos XII y XIII) que solamente se encuentra en ciertos lugares de Cantabria, Asturias y Palencia. No es que sea el Kama Sutra, pero teniendo en cuenta la fecha, la cosa tiene su mérito.

Al lado tenemos un fósil vivo : un tejo (Taxus baccata) centenario, al que se le calculan cuatro siglos. El tejo tiene en Asturias un simbolismo especial; se planta al lado de muchas iglesias y cementerios y bajo él era costumbre celebrar las reuniones vecinales (conceyu abiertu).

 Capilla de Santa Cruz

Continuando por el Camín de Pelayo llegamos a la capilla erigida durante el breve reinado de Favila (del 737 al 739) para alojar la cruz de roble que había sido el signo de  Don Pelayo tras la batalla de Covadonga y que Alfonso III, revistiéndola de oro y pedrería, convirtió en la  Cruz de la  Victoria, escudo de Asturias, actualmente en  la Cámara  Santa de la  Catedral de Oviedo. Esta capilla fue el primer templo cristiano levantado después de la invasión musulmana. Se levanta sobre un dolmen que se calcula entre 5000 y 3000  a. C. en un montículo que ya se consideraba sagrado en época anterior al cristianismo.

Fue totalmente reformada en 1632, destruida en 1936 durante la  Guerra Civil y reconstruida en la posguerra por Luís Menéndez Pidal. Según la leyenda y la opinión del Conde de la  Vega del Sella, el Rey Favila fue enterrado por su esposa Froiliuba al lado del dolmen.

 Puente romano

Cerca de la  Capilla de Santa Cruz se encuentra el llamado Puente Romano, “el puentón”, símbolo de la  Ciudad de Cangas de Onís, primera capital de España, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931. Su construcción data del Bajo Medievo (Siglos XIV – XV), pero por su estilo y por encontrarse en el paso de una antigua calzada romana no es de extrañar que se le llame así. Subiremos a lo mas alto, al vértice del arco central, que con sus 21 metros de altura y otros tantos de anchura salva todo el cauce del Sella. Desde allí, mirando hacia el norte, veremos el monte de Llueves, el territorio del oso regicida del siglo VIII.

Desde 2004 el Ateneo Republicano Asturiano realiza una peregrinación a este lugar coincidiendo con el aniversario de la boda de los Príncipes de Asturias  (17 de mayo) para rendir culto al “oso regicida, el primer republicano español” que “bien pudo ser el impulsor de una República”.

Llueves

Subimos al lugar de la tragedia. En este lugar, en la  Peña de  la  Covacha, con los Picos de Europa al fondo y el valle del Sella a sus pies, murió el rey Favila entre las garras de un oso, en el transcurso de una cacería, en el año 739. Sobre la roca caliza hay grabada una Cruz de la  Victoria con una inscripción que reza "Un oso mató aquí al Rey Favila. Año 739".

 La mala señalización es también algo tradicional. Ya en 1857, en una visita de los Duques de Montpensier, estaba la  Cruz de la  Victoria tan poco visible que el Duque mandó esculpir una nueva a sus expensas.  

Todo comienza meses antes con una carta al Delegado de Gobierno en la que los republicanos asturianos solicitan su derecho de reunión para "una marcha pacífica y sin armas". Los asistentes deben llevar un gorro frigio en la cabeza para descubrirse respetuosamente cuando llegue el oso regicida, representado por un peluche, al tiempo que lanzan un sonoro “¡VIVA LA REPÚBLICA”.

Covadonga

El entorno, y particularmente la cueva con su cascada, bien podría haber sido un refugio de osos antes de convertirse en Santo Lugar. Comenzamos el recorrido por la  Basílica, inaugurada en 1901,  al lado de la cual está una impresionante estatua en bronce de Don Pelayo realizada en 1964 por el escultor Eduardo Zaragoza. Antes de entrar en la Cueva pasamos por el Hotel Pelayo, donde hay unos enormes cuadros de los Reyes Asturianos y un oso tallado en madera, afortunadamente sujeto con una cadena. Recorremos la  Cueva hasta llegar al altar de la  Virgen de Covadonga. La imagen está tallada en madera de roble y mide solamente 71 cm; por algo la llamamos la   Santina. En la roca, a la derecha, están los sepulcros de Don Pelayo, su esposa Gaudiosa y el rey Alfonso I el Católico.

A continuación bajamos las escaleras al lado de la cascada para seguir el río por la pista peatonal hasta el Campo de la  Jura donde los astures coronaron rey a Don Pelayo. Allí está un obelisco levantado por los Duques de Montpensier en 1857, coronado por una réplica de la  Cruz de la  Victoria. El lugar se conoce como «El Repelao» (de Rey Pelayo)

Parque de la Naturaleza  La Grandera

La guinda final a esta ruta de exploración tras las huellas del Rey Favila y el oso es la observación de osos pardos asturianos en estado de semilibertad y en su hábitat natural. Esto lo conseguimos en La Grandera donde, además de osos, podemos admirar la fauna autóctona mas representativa incluyendo algunas especies en vías de extinción: lobos, nutrias, zorros, caballos asturcones, urogallos, águilas, buitres y gran variedad de peces, anfibios y reptiles. 

No hay comentarios: