Sopron
Esta población situada a 6 Km de la frontera con Austria resulta una de las ciudades medievales con más encanto; durante los fines de semana recibe numerosos habitantes del país vecino para disfrutar de unos días de descanso o realizar algún chequeo en sus reputadas clínicas. Bautizada como civitas fidelissima por renunciar a cumplir con las conclusiones del Tratado de Trianon y permanecer como parte del territorio húngaro, desde que en 1277 recibiera el título de villa real, sus calles siempre han estado dedicadas al comercio y la artesanía, dontándola de una prosperidad que se refleja en su rico patrimonio. Un simple paseo deja al descubierto presencias como la Torre del Fuego o Várostorony, del siglo XII; la Casa Storno del siglo XV, qu
e recrea lavida de la clase burguesa en el siglo XIX; o la Casa Fabricio, que se asienta sobre cimientos romanos, con una exposición sobre las costrumbres del siglo XVIII. El Museo de la Farmacia, la Iglesia de la Cabra y el Museo de la Mineria retratan su diversidad de intereses. Sopron tambien destila encanto musical; sus calles han paladeado los conciertos de un Franz Liszt infante en 1820, y ofrece eventos como el Festival de Primavera, en Marzo, el Panoráma de Música Antigua, en Junio y el Festival de Coros, en Julio.
A 27 km, al este, lapequeña Fertöd encierra una pequeña joya arquitéctonica para visitar: el Palacio Esterházy, del siglo XVIII, que perteneció a una poderosa familia aristocrática, liderada por su patriarca, el Principe Nicolás. Con sus 126 habitaciones, este complejo en forma de herradura ofrece elesplendor que hizo de su dueño un conocido mecenas y melómano en la corte de los Habsburgo, con una casa de ópera independiente, templosde Diana y Venus, una caseta de baile chino, teatro de marionetas y una sucesión de detalles y decoraciones barrocas y rococó de suntuosidad deslumbrante, donde no falta una sala de conciertos donde que tuvo como maestro de capilla a Joseph Hayin. De mayo a octubre acoje conciertos de cámara, y en Septiembre, un Festival Haydn de reputación internacional.
A 15 km, al nordeste, tras visitar las canteras del pueblo de Fertörákos, se encuentra la reserva natural protegida del Lago Fertö, que Hungría comparte con Austria, un paraiso para aves y ornitólogos, con casas lacustres.
A 21 km, al sudeste, una pequeña villa medieval del siglo X arropa la imponente Abadía Benedictina de Pannohalma, declarada patrimonio de la humanidad. Fundada por monjes traidos por el príncipe magiar convertido al cristianismo, Gezá, su aspecto ha resistido una hostoria agitada de agresiones por parte de mongoles y turcos. Además de su iglesia columnada de estilo italiano, en el complejo destaca su biblioteca, fundada en el siglo XI, que alberga 300.000 volúmenes e incunables. De mayo a diciembre, este lugra acoge un largo programa de conciertos y corales.
A 15 km, al noroeste, otra abadía, la de la Iglesia de San Jaime, presenta un importante ejemplo de arquitectura románica, consagrada en 1212, ofrece un envidiable estado de conservación y detalles eclécticos.
e recrea lavida de la clase burguesa en el siglo XIX; o la Casa Fabricio, que se asienta sobre cimientos romanos, con una exposición sobre las costrumbres del siglo XVIII. El Museo de la Farmacia, la Iglesia de la Cabra y el Museo de la Mineria retratan su diversidad de intereses. Sopron tambien destila encanto musical; sus calles han paladeado los conciertos de un Franz Liszt infante en 1820, y ofrece eventos como el Festival de Primavera, en Marzo, el Panoráma de Música Antigua, en Junio y el Festival de Coros, en Julio.A 27 km, al este, lapequeña Fertöd encierra una pequeña joya arquitéctonica para visitar: el Palacio Esterházy, del siglo XVIII, que perteneció a una poderosa familia aristocrática, liderada por su patriarca, el Principe Nicolás. Con sus 126 habitaciones, este complejo en forma de herradura ofrece elesplendor que hizo de su dueño un conocido mecenas y melómano en la corte de los Habsburgo, con una casa de ópera independiente, templosde Diana y Venus, una caseta de baile chino, teatro de marionetas y una sucesión de detalles y decoraciones barrocas y rococó de suntuosidad deslumbrante, donde no falta una sala de conciertos donde que tuvo como maestro de capilla a Joseph Hayin. De mayo a octubre acoje conciertos de cámara, y en Septiembre, un Festival Haydn de reputación internacional.
A 15 km, al nordeste, tras visitar las canteras del pueblo de Fertörákos, se encuentra la reserva natural protegida del Lago Fertö, que Hungría comparte con Austria, un paraiso para aves y ornitólogos, con casas lacustres.
Las Mejores Pistas:
Dormir: Con amplias instalaciones, el Sopron Hotel (Fövényverem utca, 7 Telf: 003699 314 254) ofrece habitaciones confortables. Otros alojamientos son el Hotel Palatinus (Uj utca, 23 Telf: 003699 311 395) y la Pensión Royal (Sastér, 13).
Györ
Situada en la confluencia del Danubio con los ríos Mosonyi-Duna y Rába, diversos cursos fluviales bañan el centro histórico de esta población que conserva el mejor legado histórico y patrimonial del país junto con Sopron y Budapest. Pasearse a lo largo de su calle peatonal Baross Gábor utca, nos transporta al siglo XVII, aunque este asentamiento fuese conocido desde tiempos de los celtas. Durante el siglo XI, el rey Esteban estableció un obispado que le permitió recibir cuantiosas donaciones y prebendas, con las que se levantón un castillo en el siglo XVI. Su protagonismo religioso promovió la construcción de numerosas iglesias que hoy se pueden visitar, como la Iglesia de San Ignacio, la de las carmelitas y, sobre todo, su Catedral. En su interior, se conservan frescos originales, como los de la Asunción de la Virgen María, de Maulbertsch, capillas como la de Héderváry, donde se expone el relicario de plata y esmalte de László I, de principios del siglo XV, y leyendas milagrosas como la del icono lloroso de la Virgen María, el cual atrae a peregrinos y creyentes. Otra de las visitas curiosas conduce hasta la llamada Casa de Napoleón, donde pasó lanoche el 31 de agosto de 1809; en el primer piso está lapinacoteca Xantus János.
A 21 km, al sudeste, una pequeña villa medieval del siglo X arropa la imponente Abadía Benedictina de Pannohalma, declarada patrimonio de la humanidad. Fundada por monjes traidos por el príncipe magiar convertido al cristianismo, Gezá, su aspecto ha resistido una hostoria agitada de agresiones por parte de mongoles y turcos. Además de su iglesia columnada de estilo italiano, en el complejo destaca su biblioteca, fundada en el siglo XI, que alberga 300.000 volúmenes e incunables. De mayo a diciembre, este lugra acoge un largo programa de conciertos y corales.
A 15 km, al noroeste, otra abadía, la de la Iglesia de San Jaime, presenta un importante ejemplo de arquitectura románica, consagrada en 1212, ofrece un envidiable estado de conservación y detalles eclécticos.
Las Mejores Pistas:
Dormir: Una antigua casa de 1765 acoje el hotel de lujo Schweizerhof ( Sarkantyú köz, 11 Telf:003696 329 171)) Otro alojamiento histórico es el Klastron ( Zechmeister utca, 1 telf.003696 315 611) en un claustro carmelita del siglo XVIII. Tambien hay numerosas pensiones en el centro y a 3 Km el camping Kiskútigeti.
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